¡Buenos días bloguer@s! Esta semana toca hablar de miembro inferior, por lo que allá vamos. En esta entrada os explicaremos la constitución del fémur, uno de los huesos más destacados del cuerpo humano, así como de la rótula. Animaros y leerla.
El fémur se sitúa en el muslo, y es el hueso más largo del organismo. Presenta, al igual que todo hueso largo, dos extremidades o epífisis y un cuerpo o diáfisis.
En la epífisis proximal, nos encontramos con la cabeza del hueso, que presenta una superficie articular cubierta de fibrocartílago que le permitirá articularse con el acetábulo del coxal. Además, en la extremidad proximal, debajo de la cabeza, nos encontramos con el cuello del fémur, así como con dos prominencias o trocánteres, el mayor y el menor.
A lo largo de la diáfisis, en concreto en la región posterior, este hueso presenta una línea rugosa que sobresale conocida con el nombre de línea áspera.
En el extremo distal del fémur, se encuentran los dos cóndilos, dos epicóndilos y en medio la fosa intercondílea. En la región interna se sitúa el epicóndilo medial, mientras que en la externa está el epicóndilo lateral. La zona intermedia entre ambos se conoce como superficie rotuliana. Esta epífisis distal del hueso es la que se articula con la tibia.
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