La fractura de peroné es la rotura total o parcial en la continuidad de este hueso. Suelen producirse unos 2-6 centímetros proximales respecto al extremo distal del maléolo lateral.
La fractura de este hueso no es muy importante, ya que no soporta demasiado peso del cuerpo. Esta lesión muchas veces está relacionada con la fractura de fémur o de tobillo, de las que hablaremos en otras entradas. Estas lesiones son muy comunes en deportistas (futbolistas y esquiadores), pero también se produce cuando un coche golpea a un peatón con el parachoques.
Pueden ser muy dolorosas por la rotura de inserciones musculares, y se afecta la deambulación, por la relación que tiene este hueso con la estabilidad del tobillo.
En múltiples ocasiones no se identifican, y la persona que la padece vive con un dolor leve mucho tiempo. Otras muchas, la fractura es abierta, debido a la situación superficial del hueso.
Cuando se produce, el paciente sufre entumecimiento, dolor, sensibilidad e hinchazón debajo de la rodilla.
Si los daños son escasos, se puede tratar con yeso y reposo. Cuando este se extraiga, se irán realizando avances, apoyando poco a poco el pie con ayuda de muletas, y siempre realizando una correcta rehabilitación.
En el caso de que la fractura sea mayor, o no se consiga con el yeso recolocar el hueso, será necesaria la intervención quirúrgica, y por tanto, la rehabilitación será más lenta.
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