¡Buenos días bloguer@s! En esta entrada hablaremos sobre dos patologías muy interesantes que se complementan: el genu varum y el genu valgum.
En nuestra pierna, el fémur sigue una trayectoria diagonal hacia el interior, mientras la dirección de la tibia es recta. Así se forma el llamado ángulo Q. Cuando el ángulo es normal debe situar la articulación de la rodilla justo por debajo de la cabeza del fémur en bipedestación, y además, debe establecer la línea de carga de peso en la región intercondílea (central) de la rodilla.
Este ángulo suele ser mayor en mujeres adultas, pues su cadera es más ancha. Dejando a parte este tipo de variaciones que corresponden a la normalidad, existes unos desajustes que provocan patologías:
- Cuando el fémur es anormalmente vertical el ángulo Q disminuye. Se produce entonces el Genu varum. Las piernas se muestran arqueadas y la línea de carga de peso pasa por la cara medial o interior de la rodilla. Esta carga excesiva en la cara medial suele producir artrosis.
- Por otra parte, cuando el fémur está anormalmente angulado hacia afuera el ángulos Q aumenta. Se produce el Genu valgum. las piernas se muestran en forma de X y la línea de carga de peso se centra en la cara externa de la rodilla. En consecuencia se sobrecarga el ligamento colateral tibial y se dañan el menisco lateral y los cartílagos asociados.
Con frecuencia podemos observar piernas arqueadas en niños que han empezado a andar hace 1 o 2 años y piernas en X en niños de 2-4 años de edad. esto no es una malforamción en sí, sino que suele corregirse a medida que el niño crece, de todas formas, si esto continúa, se convierte en patología.
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