Tronco: La importancia de la pelvis en el parto

Queridos bloguer@s, para acabar esta semana, y , con ella nuestro apartado sobre el tórax, queríamos mostraros la importancia que tiene la pelvis en el parto. Para ello os contaremos lo que ocurre en países africanos, en los que las mujeres carecen de ayuda profesional durante el nacimiento de sus pequeños.

En los países desarrollados nunca nos paramos a pensar que un parto puede llegar a ser terrible tanto para la madre como para la criatura, y es que, aquí contamos con  un equipo de profesionales de la salud que nos atenderán en todo momento y que no dejarán que suceda lo peor.

 Sin embargo, esta es la cruda realidad de los países poco desarrollados, como muchos de los africanos. Las mujeres pasan a ser madres ya con quince años, momento en el que el cuerpo femenino todavía se encuentra en pleno desarrollo, por lo que se puede complicar mucho el asunto. A esa edad, la pelvis femenina tiene un tamaño pequeño, inferior al necesario para llevar a cabo un parto, por lo que las consecuencias siempre son devastadoras. Muchas de las jóvenes africanas dan a luz sin ayuda alguna, o, como mucho con la ayuda de dos mujeres del pueblo, así pues, la falta de conocimientos sumada al pequeño tamaño de la pelvis y a la posible mala colocación del niño, hacen que se formen unas heridas allí innombrables, las fístulas obstétricas. Con este nombre nos referimos a unas heridas en forma de agujero que se forman entre la vagina y el ano o entre la vagina y el meato urinario. Su formación se debe a la fuerza que ejerce el niño sobre las paredes de la vagina y a sus consecuencias. Aunque parezca increíble, los partos en esos países no duran minutos ni horas, sino días. Las pobres niñas( con esa edad son niñas), se ponen a dar a luz solas, y como su constitución es la que es, junto con la desnutrición, son incapaces de sacar al bebé. Es algo aterrador, pero lo que sucede es lo siguiente: el niño pasa esos días haciendo fuerza dentro del cuerpo de la madre hasta que por falta de oxígeno muere, una vez que ocurre esto, la madre consigue expulsarlo porque este se contrae y sus huesos se ablandan . Pero, ¿qué ha ocurrido en el cuerpo de la madre? pues que el cuerpo de la criatura ha provocado que cesara el riego sanguíneo, y por tanto que se produjese la necrosis de los tejidos de la zona y, con ello, la formación de la fístula obstétrica. Después de esto creeréis que ya ha acabado todo, pero no, lo peor aún está por llegar, y es que, a través de dichas heridas se escapa tanto la orina como las heces, problema con una única solución, la cirugía, practicamente inexistente en estos países. Además, por si fuera poco, la joven pasará a vivir sola el resto de sus días, dado que ni el marido ni su familia querrán saber nada de ella.

Debemos destacar el trabajo realizado por dos médicos , Catherine Hamlin y su marido Reg Hamlin, que han creado un hospital en Etiopía en el año 75 con el objetivo de curar a las jóvenes con este problema.

Después de leer todo esto supongo que más de uno se ha quedado con un nudo en la garganta, nos incluimos en el grupo.

Si quereis leer más sobre este tema (aunque no os queden muchas ganas), os dejamos un enlace de una noticia de El País, en donde os narra las vivencias de varias jóvenes con este problema.