Los huesos maxilares forman el esqueleto de la cara entre la boca y los ojos.
Podemos considerar que tiene dos partes.
La primera es la horizontal, que se extiende formando el suelo de las fosas nasales y el techo de la cavidad oral. El borde interno de esta parte se articula con el borde interno del maxilar contralateral y su borde posterior con el hueso palatino.
La segunda es la porción vertical, que se extiende desde la órbita, y forma con el malar el suelo de esta cavidad. Se articula en su extremo superior con los huesos nasales, y forma, al unirse ambos maxilares entre sí y los huesos nasales, las coanas, que son el orificio de entrada de la cavidad nasal ósea.
En el borde inferior del maxilar se une una cresta, la cresta alveolar, donde se sitúan los alveolos dentarios que alojan los dientes superiores.
Cabe recordar que este es el único hueso móvil de la cara y que en él se insertan los músculos masticadores.
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