Los huesos de la cara se pueden fracturar por motivos muy diversos.
El tratamiento de estos daños puede ser difícil y muy doloroso. Lo más importante es ser capaces de restablecer la continuidad, forma y volumen previo, y obtener de nuevo las mismas proporciones faciales.
Con estas operaciones se pretende conseguir que el paciente vuelva a recuperar su apariencia física con el menor número de discapacidades funcionales, para conseguir una reinserción social completa en un corto periodo de tiempo.
Las más comunes son las que afectan al tabique nasal, a la mandíbula y a los dientes, aunque también se puede dar a nivel del arco cigomático.
En niños, las fracturas faciales representan el 7% del total, y suelen ocurrir por discusiones y caídas. Por este motivo, es aconsejable el uso de casco en actividades de riesgo.
El tratamiento debe ser más ràpido, ya que sus huesos se sueldan antes; y hay que prestar una atención especial al uso de rayos X y a las inmovilizaciones, que pueden causar daños secundarios.
A lo largo de estos días, iremos hablando de las fracturas por separado.
Muchas gracias por su atención.
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