Esta semana trataremos patologías que afectan a todo el esqueleto en conjunto y no sólo a un zona determinada, para empezar, os dejamos información sobre la Osteomalacia y el Raquitismo.
La osteomalacia es causada por un déficit de vitamina D o por un problema del organismo para descomponer y utilizar esta vitamina. La vitamina D controla los niveles de calcio (Ca) y fósforo (P) en el organismo.
Cuando los niveles de vitamina D descienden, también lo hacen los de Ca y P. Lo que ocurre entonces, es que como el organismo sigue necesitando estos minerales, los extrae de los huesos, concretamente de la matriz, reblandeciéndolos y debilitándolos. En niños, esta afección es conocida con el nombre de Raquitismo.
Los huesos de los pacientes con osteomalacia tienen una estructura aparentemente normal, porque sus niveles de colágeno son los adecuados. Sin embargo, se encuentran blandos y debilitados.
Las fuentes de vitamina D son la dieta o la producción por la piel a partir de la luz solar. Así, los problemas que llevan a esta enfermedad son la insuficiencia de vitamina D en la dieta, la exposición insuficiente a la luz solar o la mala absorción de vitamina D en el organismo. Además, las personas intolerantes a la lactosa y las que no consumen suficientes productos lácteos, tendrán más riesgo de padecer la enfermedad. Por otra parte hay enfermedades que pueden causar osteomalacia, como el cáncer, insuficiencia renal, acidosis, enfermedad hepática...
Los signos y síntomas en la osteomalacia serán las fracturas óseas que suceden sin ninguna lesion enterna; debilidad muscular; dolor óseo; entumecimiento en brazos, piernas y alrededor de la boca, y espasmos de manos y pies entre otras. En el raquitismo se sufrirán deformidades dentales, un crecimiento deficiente (de adultos no llegarán a los 1,50 metros de altura), calambres musculares, deformidades esqueléticas y aumentos de las fracturas óseas entre otros.
En la osteomalacia el tratamiento consistirá en el aporte suplementario de Ca, P o vitamina D. Mientras, en el raquitismo, a parte de este aporte suplementario, se intentará corregir la causa para que el raquitismo no vuelva a aparecer con más gravedad y se usarán dispositivos ortopédicos para corregir posturas y evitar así deformidades esqueléticas. En ambas patologías se debe seguir una dieta rica en vitamina D, Ca y P.
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