Un tumor es el crecimiento de una célula anormal en una parte del cuerpo.
Los tumores pueden ser de dos tipos
- Malignos
- Benignos
Los tumores óseos benignos son muy comunes, y aparecen en las personas entre los 10 y los 20 años.
Aunque las causas de los tumores óseos se desconocen, se cree que tienen una influencia genética, o que puede ser debido a radiaciones y lesiones en la zona dañada.
Estos tumores también se pueden clasificar según su tipo histológico en:
- Osteogénicos.
- Condrogénicos.
- Mielogénicos.
- Fibrogénicos.
- Vasculares.
- Notocorda.
- Origen desconocido.
Según la edad, predomina uno u otro tipo.
Cuando se habla de un cáncer óseo primario es debido a que se origino en el propio hueso; cuando el daño proviene de otro lugar se conocen como cánceres metastásicos. En niños predominan los primeros, y en adultos los segundos.
El síntoma más claro de esta patología es el dolor de huesos, y en algunos casos se nota una masa extraña.
La manera de asegurar un diagnóstico es a través de una biopsia. En algunas ocasiones este procedimiento se hace con una aguja (extrayendo algunas células), pero es posible que sea necesaria una intervención quirúrgica.
El tratamiento de esta patología depende de cada caso. En muchas ocasiones, si el tumor es benigno, desaparece. Cuando es maligno, suele necesitarse cirugía para extirparlo.
Aquí os dejo un vídeo de un paciente con un condrosarcoma. Si usted es susceptible, es aconsejable que no lo vea.
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