sábado, 1 de diciembre de 2012

Tronco: Problemas posturales

En esta entrada vamos a tratar las alteraciones posturales que causan problemas en la columna vertebral.

En primer lugar, comenzaremos definiendo qué es la postura. Esta es la relación de las partes del cuerpo con respecto a la línea perpendicular al centro de gravedad en el plano paralelo a la superficie terrestre. Visto así suena raro, pero creo que todos tenemos en mente lo que es la postura.

 
Debemos de tener claro que una buena alineación corporal puede prevenir el dolor de espalda y otras patologías más importantes como la cifosis o la lordosis, ya explicadas en entradas anteriores. Por ello, es necesaria una buena educación postural desde pequeños, ya que cuanto antes empiecen los vicios, más graves serán las consecuencias. Hay que tener en cuenta que en nuestra columna influyen cantidad de cosas que hagamos,  como caminamos, como recogemos un objeto del suelo, como nos sentamos para estudiar o ver la tele, o incluso como estamos parados de pie.
Todo individuo va a tener una postura diferente ya que esta estará determinada por factores como el tono muscular, el contorno óseo o el estado de los ligamentos. Lo que si es común a todos es que es necesario un equilibrio muscular entre los músculos anteriores, los abdominales y los dorsales, así el cuerpo se mantendrá alineado. Por el contrario, si optamos por una mala postura, romperemos con dicho equilibrio, lo que dará lugar a problemas de espalda.
Dependiendo de diversos factores, podremos hacer una clasificación de las posturas, yendo desde la excelente hasta la mala. Así pues, una postura excelente es aquella en la que existe una perfecta alineación entre cabeza-hombros junto con pelvis, cadera y rodillas. La cabeza está erguida y las curbaturas de la columna se mantienen dentro de los límites normales. Una postura peor a la anterior sería una postura buena, es decir, aquella que siendo correcta no llega a la perfección. A continuación, yendo a peor, tendríamos una postura pobre, más incorrecta que la anterior. Y, por último, nos encontramos con la postura mala, en la que no se cumple ninguno de los requisitos anteriores. Cabeza hacia delante, hombros por detrás con respecto a la pelvis, curvas más exageradas de lo normal y abdomen totalmente relajado. 
En conclusión, la mayor parte de los problemas de espalda se deben a nuestras malas costumbres, por lo que debemos tratar de corregirlas ya desde la infancia.



1 comentario:

  1. Son muchos los problemas físicos derivados de las malas posturas, no solo el riesgo de lesiones sino también otras dolencias más leves pero molestas: dolores de cabeza, cuello, fatiga... y, por supuesto, la desmejora evidente de la apariencia física.
    Sin duda, un tema importante y al que no se le suele prestar la suficiente atención, buena elección.

    Saludos

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